Por Emilia Flores
Último año de bachillerato, sientes euforia y miedo; sabes que tienes muchas decisiones pendientes como qué carrera y qué universidad elegir y eso te infunde temor porque no quieres equivocarte. Tarde o temprano tendremos que afrontar ese temor y tomar aquellas decisiones, que si resultan ser las equivocadas, no debe importar tanto porque equivocarse no significa fracaso.
Equivocarse no está mal porque nadie es perfecto. Equivocarse es darse una segunda oportunidad. Equivocarse no es una pérdida de tiempo, es una señal de que estás tomando decisiones y por lo tanto significa que estás viviendo y formando experiencias. Claro que todo esto, mientras estamos pensando en el futuro, no lo tomamos en consideración porque estamos cegados por el miedo, las constantes preguntas que no sabemos responder y la negación de reconocer que tiempo nos sobra.
"A veces empezamos a buscar nuestra carrera, en base a nuestros intereses y oportunidades, y a los pocos días empezamos a dudar de esa carrera y empezamos nuevamente a buscar y dudar, o lo que yo llamo el ciclo de la duda".
Elegir una carrera a los 16 años suena inverosímil puesto que, hoy en día, tenemos miles de opciones, y cada una, con un cruce de información gigante y con opiniones variadas de la gente que se encuentra a nuestro alrededor. Es difícil elegir también porque tenemos miedo a atrevernos y a asumir riesgos. Pero más que miedo es presión por compararnos constantemente con gente a nuestro alrededor, desvalorizando nuestros intereses y prioridades. Por eso considero importante que elegir nuestro futuro no debe ser un proceso de comparación hacia quien nos rodea porque nos presionamos a elegir algo por estar al mismo nivel de esas personas y no lo hacemos a nuestro propio tiempo. Al momento de tomar una decisión, esta debe ser una elección en donde dudemos, reflexionemos, planeemos y cambiemos de parecer hasta sentirnos seguros de lo que vamos a hacer.
Siempre planeamos nuestro último año de colegio, las fiestas, el color de la chompa, el viaje y miles de cosas más; pero nunca nos planteamos el después de nuestra graduación. A veces empezamos a buscar nuestra carrera, en base a nuestros intereses y oportunidades, y a los pocos días empezamos a dudar de esa carrera y empezamos nuevamente a buscar y dudar, o lo que yo llamo el ciclo de la duda. No niego que no es un buen ciclo, me parece genial que dudemos, sea cual sea la razón, hasta encontrar el camino.
La universidad es una experiencia y las experiencias son diferentes desde la perspectiva de cada persona. Entonces si, te lo recomiendo,“duda” porque tiempo tienes de sobra para volver a empezar y no darte sólo una segunda oportunidad sino miles de oportunidad de elegir lo que realmente te interesa y es para ti.
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